La Isla Espiral.

Hay cosas que se quedan exclusivamente para los millonarios, por ejemplo, coches último modelo, las joyas más caras, los viajes más exóticos, las islas privadas...

Ah no, las islas privadas ya no son exclusivas de los multimillonarios. Ahora cualquiera, pobre o rico, puede tener una si le apetece, claro está, deberá construirla él mismo.

¿Que no sabemos cómo hacerlo? Pues primero, seguir el ejemplo de quien ya tuvo la iniciativa. Reishee Sowa es el pionero de las islas hechas a mamo.

Richie Sowa, un británico expatriado que soñaba con un mundo mejor, con crear su propio paraíso y vivir en armonía con la naturaleza; el resultado fue la Isla Espiral, su propia isla artificial en un lago cercano a Puerto Aventuras (al Sur de Cancún, México).

La isla (de 22 por 18 metros) está construida con unas 250.000 botellas de plástico, sobre una estructura de palos de bambú, a la que añadieron arena y donde plantó todo tipo de vegetación (incluso su propio manglar).

Le llevó 6 años y medio el finalizarla, y no se conformó sólo con eso. Cansado de vivir en una tienda de campaña se propuso crear también su propia casa con materiales reciclables. Dicho y hecho: 2 habitaciones, amplio salón, cocina (con horno solar), retrete, baño (aprovechando el agua de la lluvia) y todo tipo de comodidades. Las fotos son realmente impresionantes.

Las autoridades del país no le pudieron decir nada, pues técnicamente era un barco. Richie pasaba allí los días con varios gatos, perros y patos, y financieramente se mantenía a flote gracias a las donaciones que realizaban los casi 100 turistas diarios que recibía.

Aunque el tinglado pudo resistir tormentas (tuvo que reconstruir la casa 3 veces por culpa de ellas), al final un huracán hizo desaparecer la isla en 2005. Ahora el hijo de la Gran Bretaña planea crear otra más grande en un lugar más seguro.

Ya la pequeña isla no existe pero, la enseñanza que nos queda a todos (los pobres) es...

Si quieres tu propia isla, constrúyela.

Vía: http://javimoya.com