Si es que todo el que circula por carretera está expuesto a que sea capturado en imagen por alguno de los radares que hay distribuidos a lo largo de muchas carreteras españolas pero, el que hace sus necesidades justamente delante de uno de esos aparatos, está doblemente expuesto.

Y, si el capturado es un policía de tráfico, el delito es doble (o triple) porque cuando menos, debería conocer la ubicación de los aparatejos por si las necesidades fisiológicas le aprietan que por lo menos les de la espalda y la imagen no sea de frente y tan nítida.

No sé si este policía le pusieron multa o no, pero eso da igual porque ahora todos le conocemos la cara y otras partes de su cuerpo y me da que allí lleva la penitencia de su acción. 

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